Los agentes del Grupo de Homicidios de Málaga siguen investigando la posibilidad de que un trastorno mental afectara al hombre que ayer lanzó a la hija de seis años de unos amigos por una ventana del sexto piso y que luego se tiró al vacío.
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Ignacio J. M. A., como fue identificado el sujeto, tomó a la niña mientras su padre la preparaba para salir al colegio y la mató arrojándola al patio interior del complejo de departamentos momentos antes de suicidarse.
Según nuevos antecedentes de la causa, el sujeto estaba obsesionado con que alguien lo seguía y era de lo único que hablaba, señala Diario Sur.
El hombre de 50 años había llegado el fin se semana a alojarse a la casa de sus amigos, los padres de la pequeña Daniela, y cada vez que podía sacaba el tema del seguimiento.
A tal llegaba la “manía persecutoria” de Ignacio que incluso les había contado que iba a cambiar la cerradura de la puerta de su casa y que había contratado un detective privado para dar con el “acosador”.
También les había asegurado que habían intervenido su teléfono, su WhatsApp, su correo electrónico y hasta sus cuentas bancarias y creía que le iban a robar todo su dinero.