A las 13:00 horas de este jueves se efectuará por primera vez en la historia el cambio de las las claves criptográficas que protegen el Sistema de Nombres de Dominio (DNS), hecho que tiene en alerta a los usuarios ante un posible colapso de Internet en todo el mundo.
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La Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN) está al mando de la mencionada modificación, la cual genera preocupación ante la posibilidad que existan diversos problemas o fallas durante esta jornada.
Sin embargo, el órgano llamó a la calma a la población, indicando que si bien pueden ocurrir algunos inconvenientes, estos serán mínimos durante los cinco o seis minutos que dure todo este proceso.
Al respecto, señalaron mediante una declaración que solamente algunos usuarios de Internet podrían verse afectados si los operadores de red o los proveedores de servicios de Internet (ISP) no se encuentran preparados para el traspaso.
En ese sentido, a partir de las 13:00 horas las actualizaciones que realizará la ICANN se harán de manera escalonada y de forma jerárquica: primero serán los servidores globales, para luego pasar a los regionales y terminar con los locales.
Sobre lo que acontecerá esta jornada, el director de Sistemas y Servicios Institucionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Fabián Romo Zamudio, explicó en declaraciones consignadas por El Financiero que «las personas podrán encontrar tal vez alguna lentitud de respuesta en lo que se actualizan todos los servicios, pero la actualización no tarda más de cinco o seis minutos».
De igual manera, detalló que el riesgo que se caiga algún sitio web será el mismo en un día común y corriente, precisando el por qué surge el mito que este jueves colapsará Internet.
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«Todos ocupan DNS, ese es el motivo de esta leyenda urbana, que por la actualización pudieran dejar de funcionar algunos servicios o dejara de operar la red telefónica», indicó.
Finalmente, el experto manifestó que es positivo que se hagan este tipo de cambios, ya que «se tienen que actualizar, para que toda transacción o consulta que se haga en Internet invocando a los nombres de dominio, que prácticamente el 99 por ciento de las transacciones operan de esa manera, se haga con seguridad».
