Hay quienes critican duramente a las personas que aman sacarse fotos y que no pueden dejar pasar un día sin compartir una selfie en las redes sociales. Algunos solo muestran situaciones cotidianas, pero otros son más extremos, tanto que incluso arriesgan su vida o la de otros para lograr la foto perfecta.
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Eso último fue lo que sucedió en Estados Unidos, más precisamente en Texas, cuando un sujeto que pasaba una tarde en un polígono de tiro con su amigo, casi le vuela los sesos por una selfie.
El hecho fue captado por las cámaras de seguridad de Top Gun Range, el recinto en el que se encontraban disparando, como una forma de alertar a sus clientes lo importante que es respetar las normas de seguridad cuando se maneja un arma.
Irresponsable conducta
En el video se ve a uno de los tiradores con el arma en una mano y el celular en la otra sacándose una primera selfie. Segundos más tardes decide incluir a su amigo en la foto y no encuentra nada mejor que poner el arma, que se encontraba cargada, en la cabeza de su acompañante mientras intenta maniobrar su teléfono para captar la foto.
Uno de los cuidadores del polígono advierte la riesgosa acción y salta inmediatamente sobre el «fotógrafo» y le quita el arma, para luego hacerlo salir del polígono.
Desde el Top Gun Range detallaron que el arma que usaban era del cliente y que les dieron un informe de seguridad acerca de lo que no se podía hacer en el polígono.
La selfie finalmente les salió más caro de lo que esperaban porque tras informarles que normas quebrantaron les informaron que no podrán volver nunca más en su vida al recinto, por su irresponsabilidad en el manejo de armas de fuego.