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“Me sentí discriminado, por primera vez”: descargo de padre por falta de mudadores en baño de hombres se gana el respeto de las redes sociales

“Una señora me dice muy bien que haga eso. Le di las gracias, pero acto seguido pensé y me pregunté, ¿por qué deben felicitarme? Si es mi deber, mi labor de padre, es algo absolutamente normal”, escribió el padre en sus descargos.

No es la primera vez que una historia cómo esta se hace viral, lo que demuestra que aún como sociedad nos hace falta cambiar y avanzar hacia un trato más igualitario.

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Todo ocurrió el pasado 17 de octubre cuando un padre se enfrentó con uno de los grandes dilemas que tienen los hombres cuando salen con sus hijos y necesitan usar el baño para mudarlos, especialmente por que los baños para su género no cuentan con espacios habilitados para que lo hagan.

«Les quiero contar algo que me pasó ayer», escribió Nelson Ormeño, en una historia que llamó la atención a los usuarios de Facebook. «Estaba en el mall plaza vespucio cuando por obra y gracia de la naturaleza, mi amado hijo procede a evacuar del solido, noté inmediatamente el dulce aroma, por lo que procedí en dirección al baño para mudarlo. Al llegar al baño tenía 3 opciones, baño niños, hombres y mujeres. Entro al de niños pensando encontrar mudadores, para mi sorpresa no había; en consecuencia, me dirijo al de hombres, y adivinen! No había mudadores».

«Afortunadamente, había un señor que limpiaba el baño y que se encontraba en el lugar, ¿dónde hay mudadores?, le pregunto. Con un rostro algo choreado me dice, en el de mujeres!!. Chucha! Pensé. Tendré que entrar al baño de mujeres; entré en pánico!!, ¿qué wea hago? Lo primero, fue pensar en esperar a la cote ( mi pareja 😍), pero estaba pagando en una caja de vtr, entonces podía ser rápido o eterno. Decidí entrar y no arriesgarme a la posible espera, a Mateo se le podía cocer el culo. Voy entrando al baño de mujeres y me detengo, pienso, ¿y si las pillo meando? En posición de atajar un penal!, salgo», dice su relato.

«Me quedo en la puerta algo nervioso, no sabía que hacer. Ya filo, entro nomás cara nalga. Voy entrando por segunda vez, y visualizo en los mudadores a niñas menores de edad vestidas de escolar. Puta madre!, si entro se pueden asustar, pensaran que soy un pervertido, gritarán, quizás que piensen!!me pasé el medio rollo. En fin, esto no podía seguir así, tenía que mudar a mi hijo, tomo aire profundo y consecutivamente comienzo mi marcha hacia los mudadores por tercera vez», agrega.

«¿Y saben qué? Me sentí discriminado, por primera vez! ¿Por qué por ser hombre no tengo derecho a mudar a mi hijo en un baño de hombres? ¿por qué me tengo que sentir incómodo en hacer algo que es muy natural y lógica tarea que deben realizar ambos padres? Entonces reflexiono… esto deben sentir millones de mujeres dia a dia, se deben sentir discriminadas por nosotros, por la sociedad, por este país machista», dice en la historia que se transformó en viral.

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Un cambio de mentalidad

El protagonista de la historia aprovechó además de hacer un descargo sobre la realidad cultural que existe en nuestro país respecto a estos temas.

«Esto no debe seguir así, la igualdad debe hacerse presente, no somos ni más ni menos, una realidad cultural que debemos erradicar, seamos feministas! Todos tenemos los mismos derechos, deberes y responsabilidades. Ahora pensandolo, encuentro tan absurdo que el baño de hombres no tuviesen mudadores!!!».

Sobre lo que ocurrió finalmente Nelson detalló: «al entrar, me detengo en la puerta y les digo amablemente a las niñas, (que estaban en la zona de mudadores arreglandose y emperifollandose) chiquillas, necesito mudar a mi hijo, ¿me darían permiso?, (quizas que cara tenía); ni lo dudaron, si obvio me dijieron! Y me hicieron un espacio para usar el mudador. A todo esto Mateo, se pone a reir mientras las niñas lo miraban (tierno y coqueto el cabro chico), me sentí más en confianza y ya tranquilo comencé a limpiarle el culo a mi querido retoño. Entraron un par de señoras, todas pasaban y yo cual caballo de feria solo miraba mi objetivo, seguía pensando, si levanto la cabeza y miro para otro lado capacito que crean que ando cuartiando. (Y na que ver!, rollos mios)».

«Una señora me dice muy bien que haga eso. Le di las gracias, pero acto seguido pensé y me pregunté, ¿por qué deben felicitarme? Si es mi deber, mi labor de padre, es algo absolutamente normal», agrega.

«Me di cuenta que nos falta camino por avanzar, por generar un cambio cultural, espero que las nuevas generaciones sean más feministas y que los mayores, no sean retrógrados!, y también espero que a futuro existan mudadores en baño de hombres. 😊», concluye.

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