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Revelan la última confesión y los duros meses finales del profesor fallecido en la Universidad de Santiago

El hombre fue hallado muerto en su oficina el miércoles.

El profesor del Departamento de Física de la Universidad de Santiago (Usach), Álvaro San Martín, fue encontrado muerto en su oficina la mañana del miércoles causando conmoción dentro del plantel ubicado en Estación Central.

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El docente se habría quedado trabajando durante la noche en la mencionada casa de estudios, algo que no es tan extraño de acuerdo a su colega Ricardo Pesse , quien fue una de las últimas personas que dialogó con él.

«¿Sabes que más Ricardo? Yo no voy a seguir, ya me decidí que no», le confesó San Martín al profesor, aludiendo a que no quería continuar haciendo clases considerando que había cumplido 75 años, edad que los docentes deben dejar sus funciones de acuerdo a los estatutos, pudiendo mantenerse en el plantel solicitando una prórroga.

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Sin embargo esto no ocurrió. «Y tenía razón. No iba a seguir», remarca Pesse a La Tercera.

«Álvaro era una persona muy agradable, muy certero en sus apreciaciones. Muy crítico del entorno, pero en un buen sentido», agregó el docente.

Pese a que no es tan extraño que los profesores trabajen en la noche, especialmente cuando están trabajando en un proyecto importante, Carabineros recibió la noche del miércoles una denuncia por presunta desgracia.

En tanto, en la mañana del miércoles un cuñado de San Martín llegó a la universidad encontrando el vehículo estacionado en el lugar. Tras ingresar a la oficina, encontró el cuerpo del profesor desplomado. Carabineros descartó la intervención de terceros en el deceso.

Respecto a la víctima, se indicó que hace unos meses había fallecido su esposa, con la cual estuvo casi 50 años casado. «Le afectó bastante porque ellos vivían solos hace mucho tiempo. Cuando ella falleció, desapareció el apoyo mutuo que había entre ellos», expresó Pesse.

Finalmente, su colega manifestó que extrañará a San Martín, considerando también que eran los únicos profesores de excelencia en el Departamento. «Ahora soy el único que va  quedando en este edificio», remató.

 

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