Gran Bretaña y el mundo han observado con horror los nuevos detalles revelados sobre el caso de Ellie-May, una niña de 19 meses que fue dejada morir por sus padres en su cama, la que había sido convertida en una jaula con barrotes eléctricos.
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En medio del juicio que se lleva en contra de Lauren Coyle y Reece Hitchcott -padres de la menor- se conocieron los espeluznantes mensajes que ambos se enviaban días antes de la muerte de su hija.
En las declaraciones presentadas, se conoció que la pequeña estaba amarrada a la cama al momento de su muerte y que la habitación había sido transformada en una «jaula de tortura» con las ventanas bloqueadas por colchones, para evitar que los vecinos escucharan sus llantos.
Tras las contundentes pruebas Lauren Coyle, de 19 años y su novio, Reece Hitchcott, de 20, fueron encontrados culpables de la muerte de su pequeña y de crueldad infantil.
Mensajes
Durante el juicio, el abogado acusador, Christopher Tehrani, presentó una serie de textos intercambiados por la pareja antes de la muerte de su hija.
«Estresada con Ellie. Me mordió así que la puse en su cuarto. Está golpeando su cabeza en la pared. La golpeé mucho también», le envió la madre.
«Cuando llegue a casa lo arreglo. La pondré en su cuarto», contestó el padre.
La autopsia reveló que la menor fue hallada boca abajo y con hipertermia, es decir la exposición prolongada a temperaturas cálidas y humedad.