Una nueva orden para regular el funcionamiento de los hornos crematorios está llamando la atención debido a la prohibición de incinerar cadáveres de personas con obesidad mórbida.
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Según informa El País, la Comunidad Valenciana tomó dicha decisión debido a que dichos cuerpos contaminan demasiado. Al respecto, la combustión, incluyendo la energía necesaria para la misma, genera excesivas emisiones tóxicas.
Todo esto se encuentra en estos momentos en fase de alegaciones de acuerdo a fuentes de la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública.
La prohibición se extenderá además a «la cremación de cadáveres que hayan recibido tratamientos contra el cáncer mediante inserción de agujas radiactivas».
Cabe mencionar que también se decretó que «no se pueden incinerar féretros con herrajes o adornos fabricados en resinas, plásticos u otros compuestos susceptibles de formar compuestos organoclorados o altamente tóxicos tras su combustión. No se admiten los ataúdes que contengan plomo o cinc. Los fallecidos no podrán vestir ropas o abalorios que contengan elementos metálicos».
