Los chilenos Felipe Osiadacz y Fernando Candia se declararon culpables de homicidio culposo por la muerte del «loverboy» Yusaini Bin Ishak tras un incidente en el lobby del hotel donde se hospedaban los nacionales en Kuala Lumpur, la capital de Malasia.
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Esto luego que los abogados defensores de los jóvenes llegaran a un acuerdo con la fiscalía, quienes pidieron tres años de prisión. Sin embargo, el juez desestimó dicha acción y finalmente los condenó a dos años de cárcel.
De esta manera, los chilenos deben estar 24 meses en prisión para salir en libertad, por lo que se debe restar los 15 que ya llevan encarcelados, por lo que solamente tendrán que estar nueve meses más recluidos.
Sin embargo, la salida de la cárcel puede llegar mucho antes, ya que en un mes más podrían dejar el recinto penitenciario aduciendo buen comportamiento, considerando además su cooperación durante el juicio.
De esta forma, en diciembre podría terminar el castigo a Candia y Osiadacz por parte de la justicia malaya para que puedan emprender retorno a nuestro país.