Corea del Norte es famoso por ser un país hermético, difícil de ingresar, lleno de misterios y que son poquitos los que pueden decir «fui a Pyongyang de vacaciones».
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Sin embargo, la nación liderada por Kim Jong-un es infinitamente más fácil de visitar que Turkmenistán, el verdadero país que esconde maravillas mundiales, dentro de un área que apenas cuenta con internet, en donde las redes sociales están bloqueadas y que conseguir la visa de ingreso es muy complicado.
Según informa RT, es verdaderamente difícil llegar a este rincón de Asia Central. Ex república soviética, en la actualidad mantienen una especie de cortina de hierro pero para los visitantes extranjeros. De acuerdo al Banco Mundial, solamente 8.200 personas llegaron a la capital Asjabad a turistear.
Ahora, si consiguen una visa, es casi imposible poder subir las fotos a Instagram para ser la envidia de los amigos. Acceder a internet es prácticamente imposible y las redes sociales están bloqueadas.
¿Un presidente en estado de locura?
Pero pese a todas estas trabas y complicaciones, es un país que vale la pena visitar. Saparmurat Nyýazow fue su presidente entre 1985 al 2006 y solamente lo dejó porque falleció en ese año. Su excéntrica personalidad traspasó las fronteras y su mandato derivó en una serie de extrañas y cuestionadas decisiones. Sin embargo, varias de esa terminaron convirtiéndose en puntos turísticos.
Por ejemplo, colocó cerca de 14 mil estatuas doradas de su persona en diferentes rincones del país. Su rostro figura tanto en billetes como en botellas de vodka, escribió «Ruhnama» que es una especie de «libro del alma» que sirve de guía espiritual a los habitantes del lugar y que es material de lectura obligatorio. También cambió nombres de ciudades y a otras cosas, como por ejemplo los días y meses.
También decidió que en el desierto debían vivir pingüinos, así que envió toda una colonia a residir en un lugar donde las máximas superan los 40 grados. Además, abolió la ópera, el ballet y el circo; decidió que los hombres ya no podían dejarse barba y bigote, además de una serie de locuras extras.
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Su sucesor tampoco lo ha hecho tan mal: si bien canceló varias de las leyes extrañas de Nyýazow, Gurbanguly Berdymujammédov ha dado clases de lanzamiento de cuchillo a sus ministros en despachos en vivo de la televisión.
¿Que hay para conocer?
Ahora vamos a lo importante: si es un país tan difícil de ingresar, con leyes excéntricas y sin internet de calidad, ¿para qué hay que ir allá?
Porque es una nación con escenarios imponentes y muchos misterios para descubrir, de acuerdo al citado medio. Por ejemplo, cuenta con ventajas como agua potable, gas natural y sal de mesa gratuita. Eso sí, le quedan pocos meses ya que empezarán a cobrar para sumar dinero a las arcas del país, aunque será un pago mínimo.
También tienen la «puerta del infierno», el cual es el gigantesco cráter de Darvaza localizado en pleno desierto de Karakum. Nació en 1971 y es considerado uno de los lugares más increíbles del planeta, considerando que no ha dejado de arder desde ese año.
Otro de los puntos claves son los melones. Se estima que a nivel mundial hay cerca de 1.600 tipos diferentes de este fruto y Turkmenistán tiene 400 de estos, lo cual los tiene bastante orgullosos.
Además, existe Merv, ciudad que es considerada la más antigua de Asia con 4 mil años de vida y que está inmersa en la llamada Ruta de la Seda. Se estima por ejemplo que en el siglo XII era la segunda urbe más poblada del planeta, lo que demuestra su importancia histórica que la tiene catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Por último, vale la pena ir a ver las alfombras y los caballos, ya que tienen los mejores exponentes equinos y los mejores tejidos de este tipo de la Tierra. Mientras que también hay que ir a la capital Asjabad, lugar que tienen el Récord Guinness con la mayor cantidad de edificios de mármol blanco del mundo, la zona donde crean la alfombra más grande del planeta año a año, y es la urbe con más fuentes de agua. Todo un espectáculo visual.