«Hoy queremos contarles de un ave migratoria muy especial y que lamentablemente tuvo un triste final». Así comienza el relato dado a conocer por la Reserva Natural Municipal Humedal de Cartagena a través de Facebook.
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Allí se cuenta el caso de un pollito de mar rojizo, el cual nidifica en las regiones árticas de Norteamérica y que año a año realiza una migración de polo a polo para descansar en nuestras costas.
En el texto, se señala que el ave «viajó muchos kilómetros para finalmente morir en el Estero de San Sebastián a causa de un gran plástico punzante que perforó su intestino».
«Esta especie tiene bastantes amenazas en su zona de cría en Norteamérica y en su ruta migratoria pues cada vez tienen menos sitios de descanso en su trayecto (destrucción de humedales) y además, en nuestro país deben sobrevivir a la captura accidental por pesca de arrastre e ingestión de basura, el cual es uno de los mayores productores de basura en el mundo», se agrega.
Por último, se indica que «estamos llegando tarde, debemos ser conscientes de nuestro impacto en el planeta y ser eficientes en la producción y gestión de nuestros residuos».
Esta lamentable situación vuelve a demostrar que debemos ser capaces de generar una cultura de cuidado por nuestro medio ambiente y no estar botando desechos en lugares que no correspondan, pues a la larga casos como este son de exclusiva responsabilidad de los seres humanos.