Ted Pelkey tenía interés en ampliar su vivienda para construir al lado de su casa un garaje para su negocio de reparación de camiones. Para esto, ingresó una solicitud a la Junta de Revisión de Desarrollo de la ciudad estadounidense de Westford.
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Sin embargo, pese a su insistencia tras 10 años la única respuesta que logró en el municipio de la localidad fue un rotundo no. Pero en vez de amargarse, reclamar o sentirse mal por la mala noticia, el hombre decidió que debía vengarse de todos. Y así lo hizo, según consigna el Daily Mail.
Revisó todos los reglamentos de la ciudad para que nadie pudiera echarle a perder su idea y cuando vio que todo estaba en regla, tomó cartas en el asunto.
¿Qué hizo?
Tomó 4 mil dólares e instaló un largo bloque de pino, colocando en la cima una estatua que consiste en lo siguiente: una mano humana levantando el dedo del medio.
La estructura tiene casi 5 metros de altura y es visible desde todos los puntos de la localidad de dos mil habitantes.
Y para que sea visible durante todo el día, colocó luces alrededor de la mano, así que también es posible verla durante toda la noche, por lo tanto el insulto es visible las 24 horas.
Pelkey contó detalles de su venganza, afirmando que lo hace porque las autoridades de Westford «me han pasado por alto y no está bien. No me han tratado de manera justa».
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«Estaba sentado en un bar y le dije a mi esposa: ‘Oye, quiero tener una estatua hecha de un dedo medio y la voy a poner en el césped'», relató el hombre. Y lo hizo.
Por lo mismo, revisó todos los reglamentos y se dio cuenta que no rompe ninguno, ya que la obra es una forma de expresarse libremente de manera cultural, por lo que cae en el rango de las artes.
Finalmente, Pelkey aseguró que no tiene ningún interés en sacar la estatua, indicando que si nadie puede ver si garaje, si podrán «mirar esto». Incluso, es tan exitosa su creación que cuenta con un fanpage.