El presidente ruso Vladimir Putin es una de las figuras más relevantes del planeta. Ya sea para bien o para mal, su nombre de inmediato genera reacciones en todo el planeta, algo que pasó por ejemplo en la cita del G-20 realizada en Buenos Aires hace unos días, donde pese a la presencia de los mandatarios de naciones como Estados Unidos o China, todas las miradas se posaron sobre el moscovita. Incluso, «culpándolo» de un temblor en la capital argentina.
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Por lo mismo, la prensa mundial sigue atenta las andanzas de Putin y en ese marco, el diario alemán Bild sorprendió al revelar una faceta desconocida del gobernante, que tiene relación con su etapa en la KGB, la agencia de inteligencia soviética.
En ese sentido, se indicó que el ruso no solamente trabajaba con ellos, sino que también perteneció a la Stasi, el servicio de seguridad oficial de la República Democrática Alemana, el cual trabajaba de manera cercana con la mencionada KGB y que es famosa por ser una de las policías secretas más represivas, siniestras, pero a la vez efectivas de la historia.
Para demostrar este hecho, el medio germano imprimió la tarjeta emitida a Putin que lo validaba como miembro del mencionado grupo, el cual fue encontrado en los archivos de la oficina de la Stasi de Dresde sobre «cuadros y educación».
Y justamente en dicha ciudad vivió durante años Putin, quien habla un perfecto alemán y que conversa principalmente en ese idioma cuando se reúne con la canciller Angela Merkel, quien le envía ocasionalmente cerveza teutona a Moscú como gesto de buenas relaciones.
«Hasta ahora era completamente desconocido que Putin, quien trabajó hasta 1990 como agente de la KGB en Dresde, también tenía un pasaporte de la Stasi porque no figura en el archivo que contiene las tarjetas de servicio expedidas al personal militar soviético», sostuvo al respecto el encargado de supervisar dichos documentos, Konrad Felber.
Cabe mencionar que Putin, quien fue agente de la KGB por 16 años y que renunció en 1991 cuando era teniente general para ingresar a la arena política, vivió durante cinco años en Dresde junto a su ahora ex esposa Lyudmila Putina. Incluso, uno de sus hijos nació en suelo alemán en 1986.