El caso ocurrió el 2017, pero esta semana terminó el juicio que dejó impactado a Sudáfrica y que el juez a cargo de la audiencia, Peter Olsen, consideró «el crimen más atroz» del país.
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Todo comenzó cuando Nino Mbatha, un curandero de 33 años, llegó a una comisaría en la ciudad de Estcourt, portando una bolsa que tenía en su interior una pierna y un brazo.
Allí, lanzó una frase que dejó helados a los policías: «Estoy cansado de comer carne humana». El tema es que algunos no le creyeron, por lo que el hombre los llevó a su casa y ahí si que todos se horrorizaron, ya que habían más restos humanos.
Siete personas fueron detenidas, pero solamente tres se mantuvieron arrestados y esta semana ocurrió el juicio, en donde Mbatha fue condenado a cadena perpetua, al igual que Lungisani Magubane (32). Un tercer hombre fue absuelto según consigna The Guardian.
La víctima en tanto fue identificada como Zanele Hlatshwayo, una joven de 24 años que fue mutilada en diversas partes antes de fallecer por parte de los dos acusados.
Los hombres fueron finalmente enjuiciados por homicidio, mutilación de cadáver y posesión de tejidos humanos, ya que el canibalismo no está tipificado como delito.