La ciencia ha buscado desde hace muchos años, y especialmente ahora que los niveles de obesidad en el mundo han llegado a niveles de epidemia, la fórmula para evitar que las personas engorden.
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Desde análisis moleculares hasta la manera más rápida de quemar las calorías consumidas han sido parte de miles de trabajos -algunos más serios que otros- a la hora de encontrar una cura para la gordura.
Sin embargo, un grupo de investigadores australianos, aseguraron que llegaron a una gran conclusión que incluiría una inusual práctica para evitar la obesidad: comer todos los días una cucharada de tierra.
Port muy extraña que parezca la conclusión, los científicos encontraron gracias a su observación a un grupo de ratas obesas, que consumir tierra -ojo, que es un tipo de arcilla en particular- ayuda a eliminar la grasa del cuerpo.
La receta
El estudio -que reproduce el Daily Mail– logró establecer que los roedores obesos que consumían cierto tipo de arcilla lograban perder peso más rápido que aquellos a los que se le suministraban medicamentos para quemar grasas.
De esta manera la frase «come tierra» cobra un nuevo sentido y abre la puerta a un tratamiento más simple para la obesidad.
Cabe mencionar que los investigadores australianos se basaron en la costumbre de los antiguos griegos de incorporar la arcilla como parte de sus dietas. Actualmente varias celebridades han impulsado la moda de consumir «tierra» como una forma de desintoxicar el cuerpo.
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La ciencia ha registrado no inusual que algunas personas sientan el impulso de comer tierra. Una práctica que por extraña que parezca recibe el nombre de geofagia y es comunmente se presenta entre mujeres embarazadas y niños.
En algunos casos, la práctica de comer tierra se considera un trastorno denominado Pica, que obliga a alimentarse de elementos no alimentarios.