Eran cerca de las 20.30 horas del pasado martes cuando una menor de 14 años tomó el teléfono y llamó a los servicios de urgencia para pedir ayuda. Mientras trataba de explicar la situación, el operador al otro lado de la línea escuchó un grito de una mujer que decía “llamaste al 911” y tras ello “algo” sobre “volarte la cabeza”.
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Segundos después, un estruendo y nuevamente gritos de una persona señalando que alguien había muerto, indica ABC News.
Cuando la policía llegó al lugar se encontró con una terrible escena. La menor había sido asesinada por su madre de un disparo en la cabeza.
Los datos de la investigación señalan que Svetlana Laurel llegó hasta la casa de su ex esposo para “entregarle un regalo de navidad” a su hijo de 12 años. Una vez dentro, la mujer ató, amordazó y amenazó al menor con darle una descarga eléctrica con un taser si no se quedaba callado.
A los pocos minutos, Michael Gulizia, su ex pareja, llegó junto a la pequeña de 14 años y la mujer usó la pistola eléctrica contra el sujeto.
La niña subió hasta el segundo piso de la vivienda para llamar al 911 y el padre aturdido escuchó en el suelo un solitario disparo. Svetlana bajó casi de inmediato e intentó matarlo, pero el arma no funcionó, detalla Komo News.
Michael se fue encima de su ex esposa, la golpeó contra la pared, logró quitarle el arma y la retuvo hasta que los uniformados se hicieron presentes en el lugar.
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En un comunicado, el Departamento de Policía de Renton manifestó que Svetlana había perdido recientemente la custodia de sus dos hijos y que la mujer alegaba que los bienes de habían repartido en forma “desproporcionada” tras el divorcio.
Por último, los fiscales indicaron que la mujer le habría dicho a su ex esposo que iba a dispararle porque “le había arruinado la vida”.
Svetlana quedó detenida bajo varios cargos, entre ellos asesinato en primer grado, y la justicia le negó la libertad bajo fianza.