Una menor de sólo 13 años se salvó de milagro luego de dispararse en la cara con la pistola de su padre.
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La adolescente sacó el arma de fuego sin permiso de su progenitor y se encerró en su pieza, en un barrio de Mytishchi en Moscú, donde empezó a tomarse selfies, las que luego pensaba subir a las redes sociales.
En un momento, sus padres escucharon un fuerte estruendo, corrieron hasta la habitación de su hija y la encontraron desfigurada y cubierta de sangre.
“Ella apretó accidentalmente el gatillo y se disparó en la cara”, dijo una de las encargadas de la investigación, señala Mirror.
La menor, que afortunadamente se está recuperando, sufrió graves lesiones e incluso se fracturó la mandíbula en varias partes.
El padre de la adolescente tenía el arma registrada, sin embargo va a enfrentar a la justicia por no mantener la pistola en un lugar seguro.