Un hombre de 26 años desarrolló una infección parasitaria por comer ranas vivas y los doctores tuvieron que sacarle un gusano del cerebro.
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El sujeto llegó hasta un hospital del la ciudad de Changsha, China, con fuertes dolores de cabeza y problemas para caminar, señala Daily Mail.
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Cuando fue admitido, los médicos creían que estaba sufriendo un derrame cerebral, ya que también tenía dificultades para tragar y hablar, debilidad muscular y problemas de coordinación.
Se le realizó una resonancia magnética y descubrieron una lesión en el tronco encefálico y luego confirmaron una infección parasitaria.
Luego de una intervención quirúrgica, los médicos le extrajeron del cerebro una tenia, más precisamente una spirometra erinaceieuropaei, que “se encuentra en los intestinos de gatos y perros, pero rara vez en humanos”.
Los doctores están casi seguros que la “tenia creció a partir de larvas dentro de las ranas que el hombre comió hace 15 años”.
Según el joven, cuando era niño sufrió una fractura y para ayudar a la rápida recuperación comió ranas crudas, un “secreto de naturaleza” bastante extendido en algunas partes del país.