Carmen Morales es una mujer que caminaba por las calles de Florida en Estados Unidos cuando se topó con un gato que estaba con un deplorable estado de salud. Desnutrido, con el cuerpo lleno de sarna y con un rostro que evidenciaba temor y sufrimiento.
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Ante esto decidió que no podía dejarlo solo y lo llevó a su casa, considerando que era una ferviente animalista, hecho que la llevó a fundar la Animal Friends Project, organismo que cuida y alimenta a felinos enfermos.
Sin embargo, este caso era diferente considerando el estado en que se encontraba el gatito. «Ni siquiera podía ver o abrir los ojos porque los ácaros eran tan malos. Debe haber sido tan aterrador para él que no pudiera ver. Estaba solo y muy flaco porque no podía encontrar comida», señaló a The Dodo.
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La mujer creó una sala especial en su baño para cuidar al felino, alimentándolo y dándole antibióticos para curar su infección. Y todo esto debió ser con sumo cuidado, ya que el algodón apenas tocaba su piel, el dolor era terrible para el animal.
«Podíamos ver cómo su cuerpo tenso empezaba a relajarse a medida que pasaban los días. Finalmente pudo descansar sin rascarse tanto», sostuvo la mujer sobre el gato, al cual le puso el nombre de «Cotton».
Mientras pasaban los días, el minino seguía sin poder abrir los ojos por lo que Morales pensaba que estaba ciego. Pese a esto, diariamente le administraba un ungüento y aceite de coco para su piel irritada, a la espera que por último pudiera volver a levantar sus párpados.
La gran sorpresa
Semanas después llegó el momento que Carmen esperaba con ansias: «Cotton» al fin pudo abrir los ojos. Y apenas lo hizo, sintió que su corazón no dio más de felicidad.
El gatito tenía un ojo azul brillante y otro color avellana, cuál de ambos más maravilloso, revelando que además no estaba ciego, sino que podía ver.
«Pensamos que era ciego y que sería ciego para siempre. El veterinario pensó que incluso cuando sus ojos se recuperaran podrían estar dañados, pero no lo estaban. Fue una sorpresa tan maravillosa. Sus ojos eran simplemente hermosos», afirmó.
Finalmente, tras varios meses de cuidado, «Cotton» está feliz viviendo junto a Morales. «Si entro en otra habitación, él espera maullando afuera de la puerta, duerme conmigo, se queda a mi lado todo el tiempo … Él y yo tenemos una relación maravillosa», remató la mujer.