Este jueves al fin se dio inicio a la etapa final del rescate de Julen, el menor de 2 años que el domingo 13 de enero se cayó a un pozo de más de 100 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro en la localidad de Totalán en España.
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Luego de varios días de trabajo, esta jornada se logró finalizar los trabajos de entubado y luego de revisar que todo estuviera en óptimas condiciones, dos mineros descendieron a través de la cápsula a 73 metros de profundidad, donde con picota, pala y martillo de aire en mano deberán excavar hasta lograr dar con el pequeño.
De acuerdo a las informaciones de la prensa hispana, cada 40 minutos aproximadamente se cambiará el turno y otra pareja de rescatistas continuará con la misión de encontrar al menor.
Se estima que gran parte de los trabajos deberá ser realizado de rodillas por los mineros debido a las condiciones del túnel vertical realizado a un costado del pozo por donde se precipitó Julen.
«Mira, en la mina trabajas como sea, echado, de rodillas… Tu desempeño se produce en la forma a la que mejor te adaptes y que te permita la mina. ¿Tú sabes cómo son las galletas de chocolate? Pues la mina es igual, solo que más ancha: nosotros comemos el chocolate y dejamos la galleta», explicó al respecto a El País José Ángel Quirós, un minero con 21 años de experiencia que se encuentra en el lugar.
Además, cada uno de los rescatistas tendrá a sus espaldas un equipo autónomo de respiración, que pesa cerca de 14 kilos y el cual irá reciclando el aire. «Al respirar consumimos oxígeno y generamos dióxido de carbono (CO2), estos equipos funcionan retirando el CO2 exhalado mediante diferentes sistemas y aportando oxígeno para volver a ser usado», explica sobre el funcionamiento del equipo la revista Seguridad Minera.
Cabe mencionar que serán ocho los mineros que trabajarán en el túnel, mientras que en la localidad esperan finalizar la jornada con una vigilia, manteniendo la esperanza de poder encontrar a Julen.
