La lucha contra el aumento de peso es una de las más comunes que realizan las personas en todo el mundo. Somos varios los que engordamos solamente con pensar en comer algo rico y debemos luchar en evitar la comida chatarra, las cervezas y las cosas dulces.
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Sin embargo, así como existen los seres humanos que deben controlar lo que comen para no sufrir de obesidad, hay algunos afortunados que pueden devorarse tres completos por día, agrandar todos los combos y picotear las sopaipillas de los carritos sin sentir nada de culpa, ya que por más que comen no suben de peso.
Y justamente un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge estudió a las personas que tienen ese don, confirmando que pueden seguir comiendo tranquilos por la vida ya que seguirán siendo delgados gracias a su ADN, el cual fue publicado en la revista PLOS Genetics.
Los investigadores encontraron una serie de genes que pueden acelerar el metabolismo de alguien o ayudarlos a quemar grasa más rápidamente. En ese sentido, analizaron los datos de 1.600 personas que se encuentran flacos y saludables en el Reino Unido.
Dentro de este grupo, los expertos determinaron que cerca de un 60% de los analizados no tienen deseos mayores de consumir alimentos «engordadores» producto de sus genes. Mientras que los individuos restantes aseguraron que comían todo lo que querían y a la hora que sea, sin subir nada de peso.
Esta situación llamó la atención de los investigadores, creyendo que estas personas cuentan con genes particulares que les permite tanto no sentir un apetito voraz, como la fortuna de alimentarse sin aumentar de tamaño en la zona estomacal.
«Encontramos que hay personas delgadas que no están interesadas en comer, lo cual puede estar en sus genes. Pero otras personas nos dijeron que realmente les gusta su comida y que comen mucho, pero que no aumentan de peso», afirmó el autor principal del estudio, el profesor Sadaf Farooqi.
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«Esto es una prueba de que hay grupos de personas que realmente pueden comer lo que quieren y mantenerse delgados. La investigación, muestra por primera vez que estas personas delgadas y sanas, generalmente son delgadas porque tienen una carga menor del tipo de genes que aumenta las posibilidades que alguien tenga sobrepeso», expresó.
¿Cómo se efectuó el estudio y cómo esto podría ayudar a combatir la obesidad en el mundo?
El grupo de investigadores tomó muestras de saliva para secuenciar los genes de los 1,622 voluntarios delgados. Esto luego fue comparado con más de 10 mil personas de peso promedio y posteriormente dos mil que se encuentran severamente obesos.
Tras analizar los resultados, hallaron cuatro nuevas regiones genéticas relacionadas con la delgadez, además de confirmar otras dos zonas halladas hace un tiempo por expertos asiáticos.
Ante esto, los expertos determinaron que al menos 18% de la delgadez en las personas está escrito en nuestro ADN, lo cual explicaría por ejemplo el hecho que los hijos de dos padres delgados tengan la misma contextura que sus progenitores.
El profesor emérito de nutrición y dietética en el King’s College de Londres, Tom Sanders, señaló «este es un estudio importante y bien realizado que confirma que la obesidad severa precoz a menudo está determinada genéticamente y muestra convincentemente que quienes son muy delgados son genéticamente diferentes de los población general».
Pese a esto, precisó que «sin embargo la mayoría de la obesidad se adquiere en la vida adulta y está relacionada con el entorno obesogénico en el que vivimos: un estilo de vida sedentario y un acceso abundante a alimentos densos en calorías».
Cabe mencionar que tras los resultados obtenidos, y a la espera de la concreción de un nuevo estudio que buscará determinar qué sucede con las personas que tienen «ADN delgado» cuando comen de más, los expertos también quieren ver la factibilidad de crear medicamentos que imiten los efectos de estos genes y así ayudar al combate contra la obesidad para las personas que no cuentan con este fortuna genética.