Le fallaron todos los servicios que estaban destinados a cuidarla. Cassie, de 50 años, se encontraba alojada en un lugar de cuidados independiente ubicado al norte de Londres. Ahí habría sido violada por un “trabajador nocturno” hace años. Pero no sería hasta ahora que descubrirían el hecho y de una manera terrible.
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A Cassie, como decidieron nombrarla para proteger su identidad, comenzó el último año a tener salpullido, a caérsele los dientes y tener hematomas en la piel. Se trataba de VIH.
Al arrojar el informe de la Junta Independiente de Brent Safeguarding Adults, se da a conocer la cronología. Cassie habría sido abusada el 2006 y desde el 2007 comenzó a perder el apetito. Ya en 2016 los síntomas se hicieron más fuertes y el año pasado se llegó a lo peor. Su madre cree que fue un trabajador nocturno del recinto.
La policía se mantenía investigando ya que la mujer no está en condiciones mentales para consentir el sexo. Pero ya cerraron los informes y se llegó a una terrible conclusión. Los crímenes están prescritos, por la antigüedad. Por la misma razón no se pueden realizar peritajes forenses.
“Debido al período de 10 años en que se presuntamente se cometió el delito, no se pudieron identificar sospechosos claros y no hubo oportunidades forenses disponibles”, dijo i¡un portavoz de la policía al Herald.
«No hay líneas de investigación que requieran un examen más profundo en este momento. No hay líneas de investigación que requieran un examen más profundo en este momento”, agregaron.
Apoyo a la familia
Actualmente la casa hogar de Scotland Yard fue cerrada y la autoridad ya no coloca a los residentes en hogares administrados por la compañía.
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«Podemos confirmar que Cassie ya no vive en un hogar de cuidado administrado por el proveedor anterior. Y que los otros cinco residentes que vivían allí con ella también se han mudado a otros hogares con la cooperación de sus familias”, dijeron desde la entidad.
Por otro lado los socios de la Junta de Protección de Adultos, incluido el consejo, han expresado un profundo y sincero pesar a Cassie y su familia.
“Podemos confirmar que Cassie ya no vive en un hogar de cuidado administrado por el proveedor anterior y que los otros cinco residentes que vivían allí con ella también se han mudado a otros hogares con la cooperación de sus familias”, expresaron.
«Continuamos supervisando su progreso con regularidad y mantenemos el contacto con su familia. Ya no colocamos a ningún residente en hogares de cuidado administrados por este proveedor”, aseguraron. Además señaló que “toda la junta de protección independiente trabajó en estrecha colaboración con la policía y recibió actualizaciones periódicas sobre sus investigaciones”.
«La policía llevó a cabo una investigación completa y concluyó que, desafortunadamente, y a pesar de los mejores esfuerzos, no había pruebas suficientes para iniciar un proceso penal contra nadie».