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Se conocieron en un aeropuerto hace cinco años y se volvieron inseparables: la extraña historia de amor de una joven y un Boeing 737

Ella lo llama “Schatz”, él no puede hablar…es un avión.

Se conocieron hace cinco años en el aeropuerto Tegel de Berlín y desde ahí comenzaron una sólida relación de amor incondicional, pero con la que no todos están de acuerdo por lo extraño que parece. Sin embargo, para Michele Kobke, no hay límites y está segura que en algún momento se casará con su otra mitad.

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Pero aunque así lo parezca, esta no es una relación como cualquiera, porque Michele está enamorada y de novia con un avión – un  737-800 Boeing- a quien llama «Schatz».

La mujer de 29 años habló sobre su particular enamoramiento -según reproduce el diario inglés The Mirror–  reconociendo que todo comenzó cuando vio las alas, aletas y propulsores de la aeronave.

Es tanto su amor que decidió que no podía estar ni un minuto separado de él, por lo que consiguió algunos de los componentes originales de «Schatz» para poder compartir con él su cama. También consiguió una réplica de 1,6 metros de la nave, para poder estar cerca del avión.

Sobre la forma en que su familia ha reaccionado a la particular relación, Michele asegura que lo han tomado como algo «muy normal».

«Schatz es mi primer amor. Esta es la relación más hermosa que puedas imaginar», dice la mujer sobre su «novio».

La alemana reconoció además que la última vez que estuvo emparejada con un hombre fue en 2011, aunque según ella no funcionó «porque ahí no había amor».

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¿Se puede amar un objeto?

Quien no ha dicho alguna vez -o a escuchado a alguien decir- tengo una relación con mi celular o amo mi Play Station, lo que en ningún caso que mantengan una relación romántica con el objeto en cuestión.

Eso sí, ello no quiere decir que no ocurra pues según la ciencia esta parafilia, llamada objetofilia- consiste en sentir atracción emocional y sentimental hacia un objeto.

La objetofilia incluye la creencia de que estos poseen una personalidad propia, que los dota de inteligencia y sentimientos.

Uno de los casos más famosos de objetofilia, saltó a la luz pública a fines de los setenta cuando  Eija- Riitta Berliner- Mauer, se casó con el muro de Berlín.

 

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