La niña fue a dormir una siesta en su escuela de Winchester, Inglaterra. Tiene cuatro años, así que es común que en los jardines infantiles tomen siesta. El único problema es que cuando las educadoras de párvulo la fueron a despertar, ella no reaccionaba. Los empleados del Head Start informaron a las autoridades y trasladaron a la pequeña de cuatro años al hospital Clark Regional. Ahí lograron hacer que reaccionara, pero los médicos se sorprendieron tras realizarle pruebas: había ingerido cocaína.
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Inmediatamente se alertó a la policía, que se dirigió al hogar de la pequeña. Ella tiene dos hermanos, y la de dos años también arrojó positivo en la prueba de drogas.
¿Pero cómo sucedió esto?
Su madre, Annquita Wrigth (31), ahora permanece detenida bajo el cargo de abuso criminal en primer grado. Sus tres hijos fueron sacados del hogar. La mujer declaró a los policías que probablemente la droga vino de una amiga. Esto ya que la habría dejado traficar sustancias ilegales en su departamento.
Esto además porque la niña de Wright les dijo a los investigadores que había visto algo en el piso de su casa, lo recogió y se lo comió. Por ello los investigadores descartas que se haya tratado de una ingesta forzada. «No creemos que nadie se lo haya dado intencionalmente», dijo James Hall, capitán de la policía de Winchesterl al medio Winchester Sun.
