«Acabo de dispararle a mi esposa en el estómago. Pensé que ella era una intrusa”. Esa es parte de la conversación que Noah Gaston sostuvo con una operadora de emergencias poco después de herir mortalmente a Alicia Gaston.
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El hombre de 36 años está sentado frente al banquillo de los acusados por el homicidio de su pareja, que el asistente del fiscal general de Maine calificó como un “asesinato sin justificación”.
Noah lloró cuando escuchó la grabación en la que la operadora le daba instrucciones de cómo dar RCP y se declaró inocente del cargo de homicidio, señala New York Post.
Según su relato, escuchó algo que sonaban como walkie-talkies en el primer piso de su casa, fue a ver cómo estaban sus tres hijos y de ahí por la escopeta. Cuando le disparó, primero dijo que Alicia estaba en la mitad de la escalera y luego reconoció que apenas se encontraba unos escalones más abajo, por lo que el disparo fue a quemarropa.
«Cometió un terrible error, no hay forma de que esto sea algo más que una tragedia”, dijo el abogado del hombre, el que agregó que sólo intentaba proteger a su familia.
Por su parte, la fiscalía mostró declaraciones de varios testigos que aseguran que “no preguntó por la condición de su esposa”, que tras ver a sus hijos observó que Alicia no estaba en la cama, que “no escuchó walkie-talkies o múltiples intrusos” y que se pudo percatar que era ella cuando estaba en la escalera.
“Tenía la intención de causar la muerte de Alicia”, agregaron desde la fiscalía.
El juicio sigue en marcha y se espera que en los próximos días el jurado compuesto por 8 hombres y 8 mujeres tome una decisión.