Fue el robo perfecto y lo ejecutó de forma impecable, sin embargo toda la planificación de un audaz delincuente se vino abajo por culpa del mal tiempo.
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Jason Mackenrodt llegó hasta el Bangor Savings Bank el martes en la mañana, sacó una pistola desde su chaqueta, amenazó a un cajero y se llevó una importante suma de dinero.
El antisocial había dado el golpe de su vida y salió del banco sin “ningún contratiempo”. Atravesó cuatro pistas en las afueras del banco ubicado en la ciudad de Waterville en Maine y entró al estacionamiento de un restaurante para tomar un vehículo y huir, indica Central Maine.
El oficial de la policía Glenn Lang estaba en el lugar, y no tenía idea de que habían robado el banco, pero sospechó casi de inmediato del sujeto con las bolsas y bajó de su vehículo.
Casi en ese preciso momento, Mackenrodt resbaló en el piso congelado y se dio un terrible porrazo antes de soltar las bolsas y que los billetes comenzarán a salir para todas partes. Además, como si fuera poco, la pistola salió expulsada del bolsillo de su chaqueta.
A Lang le había caído el delincuente en sus pies, y no se demoró en reducirlo y ponerle unas esposas.
A los pocos minutos llegaron otros uniformados luego de que fueron alertados por el aviso de personal del banco y Lang junto a varias personas que pasaban por el lugar comenzaron a recoger los billetes de 20 dólares que eran llevados por el viento.
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“Acababa de terminar mi turno y estaba sentado en mi camioneta hablando con mi madre en Pennsylvania y vi dinero volando por todas partes”, dijo uno de los testigos que aún no daba crédito a lo que había presenciado.
Mackenrodt fue detenido y posteriormente derivado a la prisión de Kennebec en Augusta y se fijó una fianza de 25 mil dólares.