Una mujer de 21 años, identificada solo como Liu, fue arrestada en Taiwán acusada de ahogar a su bebé recién nacido, y botarlo en una plaza en medio de los arbustos para que lo devoraran los gusanos.
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La policía encontró los restos del bebé de siete días envueltos en una bolsa plástica en un lugar cercano a la casa de la mujer, en la localidad de Miaoli.
Según los reportes oficiales, que reproduce el diario inglés Daily Mail, la policía sólo encontró partes del cuerpo del recién nacido. En la bolsa solo había un pie y algunos órganos internos -las otras partes del cuerpo habían sido devoradas- los que fueron utilizados para obtener el ADN y dar con la identidad de la madre.
Se desconoce los motivos que levaron a la madre a cometer el horrendo crimen, pero de acuerdo a las investigaciones iniciales, Liu quería vengarse de su ex novio, el que la había abandonado en medio de su embarazo.
El sujeto se había negado además en participar en la crianza del menor.
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Falta en el registro
Luego de recuperar el cuerpo y de obtener el ADN del cadáver, los investigadores lograron descubrir a la madre. El pequeño había nacido el 15 de diciembre y siete días después fue abandonado en los arbustos cercanos a un templo religioso.
La policía llegó a la casa de la mujer el pasado 23 de febrero para investigar por qué no había registrado al bebé que había tenido. Cabe mencionar que la legislación de Taiwán da un plazo de 60 días desde el nacimiento para registrar a los recién nacidos.
Cuando los efectivos emplazaron a la mujer, ella negó en primera instancia la existencia del recién nacido aunque más tarde reconoció lo que había hecho y como se había desecho del cuerpo.