Algunos no duran ni un minuto en su interior: revelan inéditos detalles de la inquietante “habitación más silenciosa del mundo”

No se puede estar más allá de 45 minutos en su interior. Eso es lo máximo que aguantó alguien al interior de la cámara anecoica de Microsoft ubicada en la ciudad estadounidense de Redmond.

Dicho lugar es considerado como el «más silencioso del mundo», la cual se creó para ajustar las funciones de audio de todos las aplicaciones de la firma. Por ejemplo, allí se decidió el sonido que deben tener los clicks del mouse.

Y pese a lo que se puede creer, el silencio termina provocando una gigantesca tensión al cerebro, lo cual hace que muy pocas personas logren aguantar algunos minutos en la zona.

«Algunas personas entran por un minuto y quieren salir de inmediato», aseguró el ingeniero encargado del laboratorio de audio, Hundraj Gopal.

El Daily Mail ingresó al lugar y conversó con el experto, consiguiendo inéditos detalles de uno los rincones más enigmáticos del planeta, ya que muy pocas personas saben qué se siente al estar allí.

Por ejemplo, prácticamente nada de lo que sucede afuera de la cámara es perceptible allí adentro. «Si tuviera un motor a reacción despegando justo afuera, apenas lo oiría», sostiene el ingeniero.

Sin embargo, todo lo que acontece allá se siente de una manera única. En ese punto, quienes han estado en su interior se han quejado de los ruidos que provoca su propia respiración, los zumbidos que perciben en sus oídos o los rugidos propios del estómago.

Cabe mencionar que la cámara tuvo un costo de 1,5 millones de dólares y está dentro de seis capas de concreto, cada una de 30 centímetros de espesor.

Por su parte, los muros y el techo están cubiertos de cuñas de fibra de vidrio que erradican cualquier tipo de eco. Mientras que la cámara flota sobre 68 amortiguadores de vibraciones montados en su propia placa de cimentación separada, lo cual la suma de todo esto permite la aislación total.