Como una crueldad fue calificada la acción cometida por John Llewellyn-Jones, un hombre de 45 años de Inglaterra, que fue declarado culpable y sentenciado a doce semanas de arresto nocturno, luego de asesinar a una gaviota estrellándola contra un muro en julio de 2018.
PUBLICIDAD
El ataque ocurrió mientras Llewellyn-Jones disfrutaba de un día de playa cuando el ave se acercó a su lado para robarle una papa frita. El sujeto logró atrapar a la gaviota de espalda negra de una de sus patas, para posteriormente golpearla contra un muro de cemento, lo que le provocó la muerte.
Tras ser denunciado y llevado a juicio, el hombre negó haber violado la Ley de Vida Silvestre que rige desde 1981 en ese país, sin embargo los magistrados del tribunal de North Somerset lo encontraron culpable gracias a las declaraciones de dos testigos que fueron considerados «creíbles y convincentes».
Multa y encierro
Los magistrados determinaron que junto con la reclusión nocturna Llewellyn-Jones debe pagar una multa de £ 835, unos 742.000 pesos.
Sobre el acto, el inspector de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad Contra los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés) Simon Evans, dijo que «esta era una manera impensable y despreciable de tratar a un animal, con esta gaviota aplastada contra una pared por el hombre, únicamente porque le tiró las papitas fritas de la mano».
«Esto fue una crueldad deliberada, que se debe al hecho de que este hombre se preocupaba más por sus papitas que por lo que sus acciones hicieron a la pobre gaviota. Simplemente, el hombre mostró un descarado desprecio por un animal».
«Los testigos vieron el ataque, y los espectadores sorprendidos, incluidos los niños, tuvieron que observar cómo el hombre mataba a la gaviota», agregó Evans.