¿Ha pensado alguna vez que sabor tienen los mocos? pues de acuerdo a un grupo de investigadores no sería mala idea que después de meterse el dedo a la nariz y sacar algún «loro» -como se le conoce coloquialmente a las secreciones nasales- lo pusiera en su boca y se lo comiera. La razón, simplemente mejorar el sistema inmune del cuerpo.
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Quien postula que debería estar normalizado el consumo de mocos es la dermatóloga estadounidense Meg Lemon, quien además asegura que la gente debería olvidar el hábito de botar la comida que cae al suelo.
La especialista realizó un investigación en la que determinó que exponer el cuerpo a sustancias no «esterilizadas» podría ayudar al cuerpo a reforzar las defensas naturales hacer que las personas sean más resistentes a las infecciones y alergias.
El problema dice la especialista es que a medida que la sociedad se ha vuelto más limpia y más antiséptica, el cuerpo ha dejado de generar los anticuerpos necesarios, por lo que habría que desarrollarlos exponiéndose a ellos.
«Si se cae al suelo se puede comer»
«Siempre le digo a la gente, cuando algo se cae al suelo, por favor recógelo y cómetelo». Esa es la premisa que la doctora Lemon le entregó al autor científico Matt Richtel en su nuevo libro «‘Una defensa elegante: la nueva ciencia extraordinaria del sistema inmunológico».
En la reseña publicada por el diario estadounidense New York Times, la dermatóloga además hace un llamado a las personas a dejar de comprar jabones antibacteriales e inmunizarse con el medio ambiente.
Eso si, asegura que no hay que dejar de la lado la inmunización a través de las vacunas. «Si sale una nueva vacuna, corre y póntela. Yo inmunicé a mis hijos, por eso digo, si comen tierra está ok».
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«No sólo deberías picarte la nariz, también deberías comerte esos mocos», agrega la especialista en la publicación.