El caso de Julen, el niño de dos años y medio que cayó en un pozo en Totatalán en España conmovió al mundo, y por largos días todos estuvieron pendientes de su suerte.
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Lamentablemente, la historia terminó de la peor forma, con el pequeño muerto pese a los múltiples esfuerzos por rescatarlo.
Durante los 13 días que se prolongó la búsqueda, mucho se habló de la situación en redes sociales y debido a varios mensajes que consideraron como inapropiados, los padres de Julen presentaron una demanda en la brigada de “Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Málaga por comentarios ofensivos y en tono de burla”, señala Antena 3.
La acción judicial fue directamente contra tres tuiteros y un medio de internet.
Uno de los apuntados es el poeta Camilo de Ory, que en Twitter se dedicó a bromear y a “trivializar” con la tragedia.
“Cómo has podido caer tan bajo, Julen”, “que digo yo que el niño también podría escarbar un poco. Ahí esperando con toda la pachorra”, “si Julen comiera en el Burger King, esto no hubiera pasado” y “el juez entrega el cuerpo de Julen a sus padres y se les cae a otro hoyo”, fueron algunos de sus escritos.
En conversación con El Español, el sujeto aseguró que “nunca había tenido problemas” con los límites en Twitter y que lleva “años jugando al humor negro”, por lo que defendió su derecho a publicarlos.
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“Mi pretensión no era ofender a esos padres sino hiperbolizar el circo mediático que se había montado en torno al caso de ese niño”, aseguró.
De Ory dijo que había recibido miles de insultos e incluso amenazas de muerte, pero insistió en que “el humor no tiene límites”.
Por último, manifestó que se haber sabido que esos tuits iban a llegar hsta los padres de Julen no los hubiera publicado.
El sujeto deberá comparecer el 21 de mayo ante la justicia y de ser encontrado culpable arriesga una pena de hasta 2 años de cárcel.
