Abigail Palmer fue condenada a 13 años de cárcel por asesinar a su hija de apenas dos meses de vida, la cual fue identificada como Teri-Rae, tras propinarle una brutal golpiza para que dejara de llorar.
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Según informa Daily Mail, la mujer golpeó a la lactante duramente, sacudiéndola y posteriormente apretando con todas sus fuerzas el tórax de la pequeña, quebrándole diez costillas.
Tras esto, dejó que la menor agonizara mientras llamaba a un traficante para que le fuera a vender cocaína. En total, se registraron 23 contactos entre la mujer y el hombre que le proporcionaba drogas durante esa jornada.
‘Lo que hiciste fue espantoso. Intentaste silenciarla agarrándola con tanta fuerza que no pudo poner aire en sus pulmones», le dijo el juez luego de sentenciarla.
En la audiencia se reveló que tras conversar en distintas ocasiones con el traficante, finalmente llamó a emergencias para que acudieran a ver el estado de su hija, demorándose 15 minutos en contactarlos tras la golpiza.
‘Se negó a pedir ayuda médica y dijo que trató de reanimarla con su propia versión de RCP. Tú egoísmo y tú acto egoísta llevaron a la muerte de tu hija», remató el juez.