Una familia canadiense tomó una decisión que cuesta creer luego de que el padre muriera mientras se encontraban de vacaciones en EEUU.
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Según New York Daily News, una pareja de ancianos y su hijo habían a Florida y se cree que Fernand Drapeau de 87 años murió mientras realizaban el camino de regreso.
Ahí el hijo de Fernand y la esposa del fallecido optaron por no acercarse a ningún hospital y así evitar los millonarios gastos por los costos de salud de EEUU y de repatriación.
La solución fue tan simple como macabra. Pusieron el cadáver de Fernand en el asiento trasero del auto, le pusieron el cinturón de seguridad y manejaron cientos de kilómetros hasta la frontera con Quebec, donde esperaban pasar de alguna manera el cuerpo.
Durante el recorrido no tuvieron problemas, sin embargo cuando llegaron al puesto fronterizo todo cambió.
Los paramédicos determinaron que Fernand había estado muerto hace uno o dos días, mientras que las autoridades aseguraron que no había señales de violencia en el cuerpo, por lo que creen que puede haber muerto de un ataque al corazón.
Hasta el momento no se han presentado cargos contra la madre y su hijo, y las autoridades están a la espera de la autopsia.