Tiene más de 3 millones de seguidores en Twitter y sobre los 500 mil en Instagram y es una de las estrellas de la música más activa en las redes sociales. Sin embargo, la «obsesión» que ha mostrado en estas últimas semanas el cantante español Miguel Bosé, con la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, por la situación en Venezuela, lo está transformando en uno de los más odiados.
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El español ha publicado en sus redes sociales una serie de videos «de humor» en los que emplaza a la ex Presidenta chilena a visitar el país liderado por Nicolás Maduro, para que vea con sus propios ojos la compleja situación que atraviesan los venezolanos.
Bosé incluso fue más allá y llegó hasta México, supuestamente hasta el hotel en el que se hospedaba Bachelet para grabar uno de sus mensajes.
La situación no ha caído bien entre los fanáticos, no sólo en Chile, sino en toda Latinoamérica y se lo han hecho saber en su cuenta de Instagram, donde cada vez que publica uno de estos videos recibe cientos de insultos y llamados a la calma.
«Eres una decepción»
La muestra de que muchos fanáticos le están dando vuelta la espalda en su cruzada, quedó registrada el día domingo, cuando decidió difundir el video de un koala vociferando «Michelle» con la voz alterada.
«Por aquí tampoco está. (…) ¿Qué demonios hace en Ciudad de México si donde tiene que ir es a Caracas?», decía el post.
Una publicación que se llenó de comentarios en los que más que apoyo, recibió la muestra de la decepción que está provocando en sus seguidores.
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«Siento que tengo que escuchar mil veces tus canciones para superar la vergüenza que siento», «estás listo para el asilo de ancianos», «eres una decepción, ¿tienes terapeuta?», se lee en la mayoría de sus videos.
Los fanáticos incluso fueron más allá y le recordaron su compleja situación judicial. «Preocúpate de pagar los impuestos en tu tierra o de opinar sobre la Ley Mordaza o defender los derechos en Melilla», respondió un usuario.
Otros tantos insistieron que Bosé debería buscar la forma de pagar los 1.869.000 de euros que debe al Fisco español, que consta en la lista de morosos que la Agencia Tributaria reveló el pasado junio.