Cuando los alumnos de una escuela de Rusia escuchaban a Valeria contarles que la carne humana era «demasiado dulce» y que los cerebros «resultaron ser mucho más sabrosos» de lo que pensaba, no se espantaron. Pero cuando esos adolescentes les relataron a sus padres las palabras de la niña de 12 años, pusieron el grito en el cielo.
PUBLICIDAD
Los apoderados llegaron enojados a exigir la reubicación de la niña, que además les había relatado la forma en que ella y su «novio» de 21 años -quien murió en la cárcel esperando condena por acusaciones de canibalismo y pefofilia- cocinaban a sus víctimas.
La menor, de la que sólo se conoce su primer nombre, había logrado evitar la justicia por su edad, la que le impide enfrentar algún proceso judicial.
Luego que los padres reclamaran por el comportamiento de la compañera de sus hijos, estos se enteraron de la vida de la niña con Alexander Popovich, quien fue asesinado en prisión, mientras que ella fue enviada a un orfanato ya una escuela estatal en la región de Krasnodar.
«Mi hijo tiene miedo»
Según detallaron los padres, a los medios locales citados por el Daily Mail, nadie sabía que a la escuela asistía una niña con esos antecedentes.
«Nadie habría conocido su identidad, pero después de un mes en la escuela ella comenzó a contarles los detalles de lo sucedido. Les decía cosas como el sabor de los cerebros humanos», dijo uno de los indignados padres.
Los apoderados protestaron de inmediato ante el director y exigieron la exclusión de la niña, lo que quedó registrado en una grabación del mismo colegio, donde al menos un centenar de padres furiosos con los jefes de educación y líderes locales en la escuela de la aldea Medvedovskaya, exigían que la niña no asistiera más al colegio.
PUBLICIDAD
«Mi hijo tiene miedo de ir a la escuela después de hablar con esta niña»,dice una de las madres en el registro.
«Es una niña normal»
Tras toda la polémica, la directora del orfanato a cargo de Valeria, Antonina Tsibulevskaya, la defendió asegurando que «es una niña absolutamente normal que no tiene ninguna desviación».
Incluso la mujer detalló que los otros niños la empezaron a molestar con preguntas acerca del canibalismo y la acusaron de asesinato, lo que generó angustia en la niña que ahora se niega a asistir al colegio
«Ella no mató a nadie», dijo Tsibulevskaya defendiendo a la menor.