Caos e incertidumbre fue lo que se vivió hace un par de días al interior de la Universidad de Canberra, en Australia, cuando repentinamente un nauseabundo olor comenzó a inundar las instalaciones.
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Un fuerte aroma a gas alertó a las autoridades, que se vieron obligados a evacuar a las más de 500 personas que se encontraban en el lugar apresuradamente temiendo la posibilidad de una explosión.
La evacuación fue tan llamativa que incluso los medios locales llegaron a cubrir la emergencia. Al menos así advierte el sitio de The Camberra Times, que reportó el procedimiento.
Una vez que el edificio estuvo vacío, personal de emergencia entró para revisar si efectivamente existía una fuga de gas, y al no encontraron debieron buscar otra fuente para el desagradable olor.
¿Qué, una fruta?
Pese a que ya se había descartado la emergencia el penetrante olor seguía presente en la biblioteca, lo que llevó a los funcionarios a buscar la fuente y cuando la encontraron no podían creer lo que veían: era una fruta.
El problema es que no era cualquier fruta, sino que un Durian, que pese a su sabor es considerada la más hedionda y apestosa del mundo.
Cabe mencionar que el durian es una fruta muy apetecida en el sureste de Asia, pero su olor es tan malo, que incluso hay lugares donde está prohibido su consumo, como en el metro de Singapur.
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Sobre la emergencia universitaria, el personal dijo que la fruta fue encontrada en un basurero y que fue retirada de las instalaciones en un paquete hermético.
Para informar el fin de la evacuación, la universidad uso su cuenta de Facebook, donde postearon «Ya estamos abiertos! El olor persistente de gas en el edificio es completamente seguro – alguien dejó una fruta de durian en uno de nuestros contenedores!».
En la misma línea, las autoridades de la casa de estudios agregaron que portar comida en la biblioteca «no es una conducta apropiada de los estudiantes si lo hicieron a propósito, y carecen de sentido común si no lo hicieron».