«Tiene millones de historias chistosas. Por ejemplo, ella viajó a Antofagasta cuando falleció su hermana, y el piloto del avión la sentó en la cabina a mi abuelita, porque entenderás que por el nombre es chistoso, ya que iba con una Tula en el avión. Ella tiene muchas historias y ella no se avergüenza de eso».
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Elizabeth Vásquez es quien cuenta el relato sobre su abuelita, Tula Germánica Araya Castillo, quien este martes cumple 100 años, hito que será celebrado por todo Quilicura.
La mujer es hija ilustre de su comuna, en donde fundó el club del adulto mayor de la Villa Los Esteros, siendo además una activa vecina, de ahí que es bastante conocida… Aunque su fama también se debe a su curioso nombre.
El origen
Este proviene de Alemania, ya que su padre trabajaba en las salitreras del norte del país. Incluso, Doña Tula nació la oficina de Arturo Prat y vivió también en Humberstone.
Su progenitor se desempeñaba en el ferrocarril que se encontraba en la zona y tenía muy buena relación con los ciudadanos alemanes que estaban en el lugar. Por lo mismo, en honor a esto quiso ponerle Thula, término que había escuchado de los teutones y que le había llamado la atención. Mientras que el segundo nombre también venía del mismo lado: Germánica.
Sin embargo, al momento de su inscripción el nombre quedó como Tula, el cual en ese instante no tenía ninguna connotación más allá, algo que no acontece ahora. Pero pese a esto, la señora jamás renegó de él, e incluso bromea bastante con eso. Por ejemplo, se reía de buena gana con la historia relatada por su nieta que aparece en el primer párrafo.
Es más, Elizabeth cuenta que cuando la llaman por su apellido en el consultorio, ella pide que le digan por su nombre.
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Ama bailar
«Es bastante activa», destaca Fresia, una de los cinco hijos de la señora Tula. Ella se ríe al confirmar uno de los tantos atributos que tiene su madre: bailar reggaeton.
Hace unos años, cuando residía en Illapel, participaba de un conjunto folclórico y hasta el día de hoy le gusta bailar. Y pese a que se moviliza en silla de ruedas, igual se pone de pie ayudada en bastones y se mueve al ritmo de la música.
«Es un orgullo. Es súper lúcida, tiene conocimiento de todo. Ella nos cuidó a todos, nos hace los disfraces para los niños. Es una abuelita mamá», destaca Elizabeth, quien de paso asegura que es la «nieta regalona».
Por lo mismo, están felices porque este su querida abuelita se vestirá de gala ya que el municipio le celebrará su cumpleaños en compañía de sus amigos y vecinos. Muchas felicidades a la señora Tula.