«Se puso muy nerviosa y se tuvo que marchar de la fábrica porque no aguantaba la presión, tanto aquí como en su entorno familiar», fueron las palabras de Susana Martín al diario español El Mundo, para referirse al suicidio de Verónica, la compañera de trabajo que se quitó la vida luego que un video sexual donde ella aparecía se hiciera viral entre sus compañeros de trabajo.
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La mujer de 32 años trabajaba como operadora de grúa en una fábrica de camiones española, en la periferia de Madrid y junto a ella lo hacían más de 2 mil personas, quienes de alguna forma u otra vieron el video.
El registro llegó hasta su esposo, quien aseguró que Verónica había escuchado el rumor de que el clip estaba en poder de sus compañeros, quienes la miraban constantemente para verificar si era la misma mujer del video.
El caso ha provocado una fuerte polémica en España e incluso la policía nacional está investigando el caso, aunque sólo como suicidio, ya que al no haber denuncia no se puede catalogar como delito contra la intimidad.
«Atroz suceso»
El suicidio de Verónica, tras la fuerte presión social que recibió, se produjo el fin de semana y en su empresa generó tanta conmoción, que debieron hacer una intervención entre los trabajadores.
«No podemos dejar de sentir dolor y consternación por tan atroz suceso. Aún estamos en shock y la pena y la indignación nos desasosiega. Que esto no tenía que haber pasado todos y todas lo tenemos claro», decía el comunicado que emitieron.
En la misma línea, la empresa dijo a los medios locales que en todo momento instaron a la mujer a denunciar los hechos, o incluso cambiar su lugar de trabajo -a otras de las dependencias de la empresa- pero aseguraron que ella «rechazó todas las ofertas».
Cabe mencionar que e España el código penal castiga con una sentencia de tres meses a un año a todo aquel que «sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de aquella».