Cuando Michael Trichilo fue comprar junto a su padre lo que sería su primer auto el año 2016 en Pensilvania no podía creer que le habían rechazado el crédito.
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El joven no se explicaba cómo se lo habían negado si nunca había tenido una deuda, tenía un buen trabajo y un buen sueldo que respaldaba que iba a cumplir.
Sin embargo, esa decepción ni siquiera se acercó a la que vivió cuando supo la verdad sobre por qué fue rechazado: su padre se había robado su identidad y le había dejado una gigantesca deuda.
La estafa y la traición comenzaron cuando Michael tenía apenas 14 años. En ese momento, su papá, del mismo nombre, supuestamente usó el número de seguro social de su hijo para adquirir préstamos y tarjetas de crédito, dejándole una deuda de 120 mil dólares, más de $ 84 millones.
Incluso, su padre se había declarado en quiebra en 2015 y en ese momento siguió estafando a su hijo.
El joven “no quería presentar cargos contra su padre”, ya que este le había prometido que arreglaría todo, pero al final “no le dejó otra opción”, apunta KTLA 5.
El padre de Michael fue acusado de 18 delitos graves, incluyendo robo de identidad y fraude y el joven está pidiendo que se haga cargo de todas sus deudas.