Un niño se armó de valor por lo que estaba viviendo en su casa y decidió tomar una bolsa de metanfetamina que tenían sus padres y llevarla al colegio.
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El menor, del que no se dio a conocer su identidad y tampoco su edad, le entregó la bolsita a un inspector de su escuela en Kennewick, Washington. Le dijo que la había encontrado en su residencia y que tenía “miedo de volver a casa”.
Luego de la llegada de la policía, el niño entregó “información adicional sobre el comportamiento de sus padres” y tras ello los oficiales lograron una orden de registro y llegaron hasta la vivienda.
Los uniformados encontraron fentanilo, un opioide sintético con una potencia superior a la morfina, y otros artículos relacionados con drogas.
La policía arrestó a Jennifer Edwards y Daniel Oleary, ambos de 29 años, y según KEPR TV, el hombre “admitió que las píldoras eran suyas y que la metanfetamina pertenecía a Edwards, mientras que la joven aseguró que “la metanfetamina no era de ella, pero admitió haber tomado pastillas”.
Ambos están detenidos en la prisión condado de Benton sin derecho a fianza y el niño, junto a una hermana, se encuentran bajo pa supervisión de los Servicios de Protección Infantil.
“Nos gustaría reconocer el coraje del niño de llevar esta información a un adulto de confianza. Él y su hermana ahora están en un lugar más seguro. Con suerte, esto alentará a sus padres para que obtengan la ayuda que necesitan”, escribió la policía de Kennewick en su página de Facebook.