La foto de un oso polar hambriento, agotado y comiendo de la basura en la ciudad rusa de Norilsk, después de haber caminado más de mil kilómetros impactaron al mundo, que vio con horror el desplazamiento de un animal por culpa de los cambios climáticos que están afectando al planeta.
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El caso mantuvo en vilo a muchos, mientras especialistas en vida salvaje de Rusia trataban de capturar al animal para ponerlo a salvo y resguardar a los habitantes, que no habían visto uno de estos animales invadir la ciudad desde mediados de los años 70.
Tras su captura, por parte de los trabajadores del zoológico Royev Ruchei, la historia del animal de blanco pelaje parecía incluso más dramática de lo que se suponía en un principio.
Luego que la las autoridades encargadas de resguardar la naturaleza en ese país autorizaran la captura del animal que se encuentra en peligro de extinción, el próximo 21 de junio será trasladado a la ciudad de Krasnoyarsk donde pasará varios días en cuarentena.
Esto porque de acuerdo a los expertos del zoológico involucrados en su captura -que reproduce el medio The Siberian Times– es habitual que los osos sufran de diarrea después de alimentarse de la basura.
Hembra y de cautiverio
Georgy Belyanin, quien estuvo involucrado en la captura del oso, detalló que el animal es de sexo femenino y que probablemente no provenga de la naturaleza, sino que haya sido criado en cautiverio.
Según el especialista el oso pudo haber sido capturado de cachorro y encerrado para usar su piel. En la misma línea, dudan que haya caminado solo hasta Norilsk, por lo que es más probable que se haya escapado o soltado de un refugio más cercano.
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«Por el estado de este oso no muestra señales de haber caminado por días, está muy limpio para eso», dijo Belyanin.
Las autoridades locales creen que tal vez era mantenido en cautiverio y liberado debido al endurecimiento de los castigos contra la caza furtiva de osos.