Thomas Gilbert Jr. recibía 1.000 dólares de mesada a la semana por parte de su padre para pagar el arriendo de su departamento y otras cosas, cuando la reducción de dicho monto sólo a 300 dólares desató la ira del hombre de 30 años.
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El joven, graduado de economía de la Universidad de Princeton, no podía creer la decisión de su papá millonario y planeó un plan para vengarse.
Thomas Gilbert Sr. murió el 4 de enero de 2015 cuando recibió un disparo en la cabeza en su departamento de Beekman Place en Manhattan, apunta ABC News.
Gilbert Jr. quiso hacer pasar el asesinato de su padre de 70 años como un suicidio, sin embargo se pudo comprobar que “envió” a su madre fuera del apartamento insistiendo en varios ocasiones que le fuera a comprar un sándwich y una bebida, momento en que habría matado a su padre.
Las cámaras de seguridad registraron su entrada y salida del lugar 15 minutos después de la salida de su madre y se lo podía apreciar con una capucha que le cubría la cara.
Shelley Gilbert reconoció que su hijo había sido diagnosticado con un par de enfermedades mentales, sin embargo el jurado no creyó que estuviera fuera de sus cabales e incluso la siquiatra forense de la Fiscalía dijo que había cometido el crimen en un “estado lúcido”.
“El acusado no quería crecer y ser un adulto. Cuando su padre intentó empujarlo en esa dirección y reducir su mesada, lanzó una última rabieta”, dijo el fiscal adjunto Craig Ortner. “Él ya no es un niño”, agregó.
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Uno de los jurados que lo declaró culpable, aseguró que “todo se trataba de dinero. Él solo le disparó a sangre fría”, indica Insider.
El próximo 9 de agosto en la Corte Suprema de Manhattan se leerá la sentencia de Thomas Gilbert Jr.