Jan Schildknecht, un profesor de 27 años residente en la ciudad alemana de Munich, salió a pasear como hacía normalmente con su perrita Tara por un parque.
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Allí la soltó de la correa y la dejó libre para que jugara en un ambiente más fresco, considerando la ola de calor que afecta a buena parte de Europa.
Mientras tanto, veía como la can era feliz disfrutando del lugar, hasta que de repente vio como su ánimo decaía.
La llevó de vuelta a su hogar y notó que se desplomó al suelo y no se quería levantar. Ante esto, decidió llevarlo al veterinario y allí descubrió la horrible verdad: tenía hojas de afeitar en su estómago.
Según informa Bild, se cree que el animal comió alguna salchicha que estaba en el parque, pero que en realidad era un cebo para engañar a algún perrito y propinarle un fuerte dolor, ya que en su interior estaba oculta la hoja de afeitar.
Lamentablemente para Jan, Tara no pudo superar el ataque y tuvo una terrible agonía antes de morir. Por lo mismo, decidió contar el hecho en redes sociales para advertir a otras personas que tengan cuidado con sus mascotas.