“El impacto fue diferente a todo lo que alguna vez he sentido. Fue como ser atropellado por un automóvil o un camión”. Así describe Jaime Álvarez su encuentro cercano con la muerte luego de ser embestido y corneado por un toro durante las fiestas de San Fermín.
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El hombre había viajado con su familia de vacaciones desde San Francisco (EEUU) a Pamplona y quería tener la experiencia de participar en un encierro, apunta Univisión.
Luego de llegar a la Plaza de Toros, Álvarez pensó que ya estaba en un lugar medianamente seguro y sacó su celular para hacer un video selfie.
Apenas alcanzó a grabar unos segundos cuando fue impactado por uno de los toros, el que además le dio una cornada en el cuello.
“Fue espantoso”, asegura Álvarez, que luego quedó desorientado, aturdido y no sabía qué hacer. Al tocar su cara sintió mucha sangre y supo que era algo grave.
Afortunadamente, un desconocido lo tomó por el brazo y avanzó en medio de la multitud para llevarlo donde los paramédicos, apunta The Independent.
En el hospital, los médicos le dijeron que seguía con vida por algo que va “más allá de lo milagroso”, ya que increíblemente el cuerno del toro no afectó a la vena yugular, ni arterias principales y sólo le fracturó el pómulo.
Álvarez se recupera de sus lesiones y señaló que volvería a Pamplona, pero sólo como espectador.