Un hombre confesó ante la justicia en la ciudad española de Benimàmet todos los episodios de maltratos y abusos que cometió durante tres años a su pareja, reconociendo que en una de esas ocasiones la golpeó salvajemente porque no quedaban cervezas en el refrigerador.
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Según informa ABC, el sujeto reconoció que insultaba habitualmente a su novia, admitiendo que efectivamente atacó violentamente a la mujer en cada una de las acusaciones que ella hizo a la justicia.
«Estaba muy fumado»
En una de la agresiones descritas por la víctima, acusa al hombre de golpearla hasta dejarla al borde de la muerte. Ante eso, el individuo aseguró que no recuerda el hecho, ya que había «fumado muchos porros de marihuana esa mañana».
En otro caso, el hombre admitió que atacó con golpes de puño y pie a la mujer porque no quedaban cervezas en el refrigerador. Al respecto, indicó que llegó a la vivienda con su hermano y dos sobrinos y le pidió el bebestible a ella.
Al darse cuenta que no quedaban, salió la víctima a comprar a un negocio y cuando volvió, el sujeto la increpó, la acusó de «no servir para nada», para luego agredirla.
El hijo de 4 años frenó los ataques
Tras este violento episodio, la mujer denunció el ataque y la justicia emitió una orden de alejamiento al agresor.
Sin embargo, este fue a la casa de los padres de la víctima a intentar convencerla de volver, mientras que la llamaba constantemente por teléfono para disculparse y decirle que no volvería a ocurrir un episodio de esta índole.
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Ante esto, la mujer volvió a vivir con el sujeto, hasta que nuevamente ocurrió un ataque. El hombre ingresó al baño mientras estaba su pareja y la golpeó. Luego ella intentó escapar, pero éste la siguió y continuó pegándole, hasta que el hijo de 4 años de la mujer se puso en medio de ambos, logrando que el agresor se frenara por unos momentos.
En ese instante, la mujer bajó unos pisos del edificio en donde vivía, llegando hasta el departamento donde residen los padres del sujeto en el mismo inmueble, a quienes les pidió ayuda.
Pese a esto, el hombre apareció nuevamente, la tomó del pelo y se la llevó a la terraza para seguir atacándola, hasta que su padre llegó y logró poner fin a las agresiones.
Diez años de cárcel
Los abogados de la víctima esperan que el acusado reciba la pena máxima que son 10 años de cárcel, además de una indemnización de 213 mil euros debido a las múltiples lesiones sufridas por la mujer, por las secuelas y la pérdida de calidad de vida y por daño psíquico.