Un caso policial terminó con uno de los vuelcos más insólitos de la historia, luego que un oficial fuera a un local de comida rápida a comprar una hamburguesa en Estados Unidos.
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Según informa la cadena local WTHR, un policía de Indianapolis adquirió un sándwich en McDonald’s y luego se la llevó a su trabajo, guardando el alimento en un refrigerador. Minutos después, lo sacó para comérselo.
«Comencé a calentar mi McChicken y noté que faltaban varios bocados pequeños. Sé que no lo comí. No había nadie más alrededor. Dije: ‘¿Sabes qué? Voy a McDonald’s para ver quién lo hizo», relató el agente a la TV local.
Ante esto, llegó al local de comida rápida en donde le ofrecieron darle una hamburguesa gratis, la cual no aceptó porque solamente quería saber quién había mordisqueado su comida.
Sin embargo, horas después recordó la verdad: él mismo había mascado el sándwich.
«El empleado le dio un mordisco al emparedado al comenzar su turno en la Cárcel del Condado de Marion, luego lo colocó en el refrigerador en una sala de descanso. Regresó casi siete horas después de haber olvidado que había mordido previamente el sándwich», señaló la policía al citado medio para cerrar el caso.
De igual manera, indicaron que el oficial «concluyó erróneamente que un empleado de un restaurante de McDonald’s había manipulado su comida porque era un oficial de la ley. Desde entonces, se ha disculpado formalmente con McDonald’s», agregaron.