Las personas que viven en la calle y que piden dinero en la ciudad sueca de Eskilstuna deberán inscribirse ante la policía y además pagar un impuesto si es que quieren seguir con dicha “práctica”.
PUBLICIDAD
Desde este jueves, comenzó a regir la nueva ordenanza que busca terminar con los mendigos en la ciudad y para los críticos de la medida es sólo un eufemismo para no señalar que es una prohibición.
Ahora, las personas que “recauden dinero pasivamente” deberán inscribirse con la policía, llenar una solicitud y pagar 23,5 euros (un poco más de $18.500), señala La Vanguardia.
Desde el municipio de Eskilstuna, eso sí, se lo quieren hacer “fácil” a los mendigos y aseguraron que también podrán inscribirse vía “online”.
Las “licencias” tendrán una duración de tres meses, aunque se dice que esto podría cambiar y terminar en “permisos diarios”.
Según el alcalde, la medida busca que las personas en situación de calle se pongan en contacto con organizaciones de beneficencia, para que los ayuden a “volver a casa”.
Desde estas mismas organizaciones han criticado ácidamente la medida asegurando que la mayoría de las personas que piden limosna no saben leer y que ni siquiera se han enterado de la normativa.
Desde el municipio estiman que entre 30 y 50 personas podrían solicitar el permiso, pero hasta el momento nadie completó el formulario.