El plan de fuga no contempló cavar un túnel, limar barrotes ni saltar un paredón: apenas una peluca, una máscara de silicona y ropa femenina. Pero la actitud sospechosa del recluso, travestido de mujer, frustró su creativo intento escape.
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Un narcotraficante brasileño intentó este sábado escapar de un complejo penitenciario de la zona oeste de Río de Janeiro vestido de mujer. Los guardiacárceles percibieron una actitud sospechosa y acabaron malogrando el escape, según confirmó la Secretaría de Estado de Administración Penitenciaria de Río.
Clauvino da Silva, conocido como “bajito”, intentó huir por la puerta principal del presidio de Gericinó, luego de una visita de su hija. El traficante llevaba gafas, una peluca con el pelo largo, una máscara con el rostro de mujer y vestía prendas femeninas.
¿Quienes lo ayudaron?
Las autoridades creen que da Silva llevaba la ropa de su hija, quien unos instantes antes había llegado a prisión para visitarlo. El traficante estaba solo cuando intentaba fugarse, por lo que las autoridades creen que planeaba dejarla dentro de la cárcel tras su escape.
Luego de la tentativa de escapar, el preso fue trasladado a una unidad de máxima seguridad y sufrirá sanciones disciplinarias. La hija de da Silva y otros siete visitantes están bajo la mira de la policía, que los investigará por la sospecha de haber colaborado en el intento de fuga.
De acuerdo con las autoridades, da Silva forma parte de la cúpula del Comando Vermelho, uno de los grupos criminales más poderosos de Brasil, que controla buena parte del tráfico de drogas en Río. El traficante actuaba en Angra dos Reis, una ciudad costera del sur del estado.
Según las autoridades, el intento de fuga fue un “acto de desesperación” debido a que en lo que va del año inspectores penitenciarios de Río han aprehendido más de 7.300 teléfonos celulares, joyas y dinero dentro de los presidios del estado durante requisas periódicas para controlar cualquier intento de escape.