El pequeño Benjamín Amaya tenía sólo cuatro años y su asesinato ha impactado a toda Argentina, en especial a los habitantes de Tucumán.
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El menor salió a jugar a la calle y desapareció a los pocos minutos. Tras algunas horas de búsqueda, un tío abuelo lo encontró colgado en un puente.
Según La Gaceta de Tucumán, este sábado en la mañana la familia y amigos le dieron el últimos adiós y cientos de personas llegaron hasta el cementerio municipal de Las Talitas para apoyarlos en el “momento más duro”.
La despedida estuvo marcada por llantos, muestras de profundo dolor y el pedido de justicia para un crimen horrendo y que nadie se explica.
La Justicia transandina está investigando el hecho como homicidio y no descarta ninguna hipótesis, e incluso se está analizando que el asesino tenga “vinculación familiar” con el menor.
También se conocieron los resultados preliminares de la autopsia, la que determinó que el niño murió por estrangulamiento y que “estaba vivo cuando fue colgado del puente”, apunta TN.
Además, los peritos descartaron una violación, claro que están esperando otros informes para saber “si hubo algún tipo de abuso”.
“Entendemos que fue colgado por otra persona, seguramente mayor que él”, dijo el fiscal que lleva la causa.