Un niño de 13 años nunca olvidará las últimas vacaciones que pasó con su familia, ya que terminó herido en el hospital y por algunos centímetros incluso pudo haber muerto.
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El menor se encontraba tomando sol en la playa de Good Harbor en Massachusetts cuando un quitasol salió volando debido al viento y terminó empalado.
Una de las testigos señaló que la sombrilla voló hacia un grupo de personas, “se elevó en el aire, golpeó a un par de mujeres en la cabeza, bajó y empaló a un pobre niño justo en la axila. Había sangre por todas partes”.
Según Boston 25 News, el Departamento de Bomberos de Gloucester indicó que el quitasol “atravesó el hombro izquierdo del niño” y que afortunadamente una enfermera se encontraba en la playa, por lo que pudo ayudar a los salvavidas a tratar al menor.
El menor siempre “estuvo alerta” pese al impacto del accidente, la sangre y todo el alboroto y minutos después fue trasladado hasta un centro asistencial.
Los doctores trataron la herida que fue calificada como “grave” y se espera que se recupere sin mayores inconvenientes.