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Habría bajado 120 kilos en apenas 40 días: la historia detrás de la dieta extrema que permitió a hombre perder la mitad de su peso corporal

La historia detrás de la mayor pérdida de peso en tan poco tiempo se debate entre lo que dicen los cronistas de la época a lo que señalan los expertos de la realidad actual. ¿Será verdad la leyenda de Sancho y cómo bajó de los 240 a los 120 kilos manteniendo su boca cosida por 40 días?

Una de las cosas que más veces la gente se propone hacer es una dieta. Algunas tienen éxito, otras no. Y en ocasiones, uno las anuncia pero nunca las hace. «Mañana comienzo la dieta» dice uno, pero nunca se precisa qué día exacto es justamente «mañana».

Sin embargo en la historia existe una dieta que permitió a un hombre perder 100 kilos en apenas 40 días. Suena algo imposible pero de acuerdo a los historiadores, si aconteció. Eso sí, nadie nunca debería hacerla.

Según informa ABC, el rey de León Sancho I decidió en el siglo X embarcarse una locura total que le permitiera perder una gran cantidad de kilos, luego de ver como su propio tío lo derrocaba del poder.

La razón por la cual lo sacaban de la corona era porque había perdido el respeto de sus súbditos al pesar 240 kilos, siendo bautizado como «El Gordo». Por lo mismo le pidió al califa de Córdoba Abderramán III que lo ayudara a adelgazar y así intentar volver al trono.

¿Cómo era Sancho?

El médico, escritor y divulgador científico Pedro Gargantilla Madera cuenta en su obra «Enfermedades que cambiaron la historia» que Sancho vivía entre fiestas y comilonas.

«Su obesidad era monstruosa, mórbida si utilizamos el término médico actual. No en balde los cristianos y los moros le conocían por el sobrenombre de ‘el Craso’ (‘el Gordo’). Este hecho es bastante llamativo, ya que en la España cristiana de la época la alimentación era sobria por razones de escasez. ¡Era una barbaridad!», señaló.

Por esto el hombre no podía subirse a un caballo y no podía utilizar su espada. Lo único que hacía era prácticamente comer durante todo el día. Se alimentaba siete veces en una jornada promedio, engullendo cerca de 14 platos.

«La obesidad le había transformado en un auténtico inválido», detalla el experto. Por este motivo cuando asumió como rey, nadie lo respetaba y todos lo miraban con rostro de desaprobación.

La dieta

Tras perder el poder, comenzó su aventura para perder peso. Le cosieron la boca para que no comiera absolutamente nada sólido, acorde al relato de historiadores.

Según Francisco Hervás Maldonado, solamente le dejaron una pequeña abertura en los labios por la pudiera introducir una bombilla para tomar agua e infusiones especiales que le preparaban para ayudarlo a combatir los kilos.

Incluso, se dice que lo encerraron en una habitación y lo ataban de pies y manos a una cama para así controlar sus intentos de comer.

Además lo hicieron hacer ejercicio, el cual consistía básicamente en dar largos paseos por los jardines del lugar donde estaba. Luego de esto, lo sometían a largos baños de vapor.

Todo esto duró 40 días, logrando sorprendentes resultados. Acorde a Gargantilla, «con el paso de los días su cuerpo adquiriría la flacidez propia de los adelgazamientos. Los colgajos de la carne campaban a sus anchas por todo su cuerpo, por lo que Sancho tuvo que ser sometido a unos terribles masajes para que la piel recuperase su firmeza».

Mientras que en el libro «Maimónides: el sabio sefaradí: el médico judío-español de la Edad de Oro, 1135-1204» del cronista Antonio L. Turnes, se señala que el rey perdió la mitad de su peso corporal, quedando en 120 kilos, logrando incluso en un tiempo más recuperar su trono.

¿Será todo verdad?

El medio español ABC se contactó con la licenciada en Ciencia y tecnología de los alimentos, diplomada en Nutrición y dietética por la Universidad San Pablo CEU y directora de «Dietista y Nutricionista», Leticia Garnica Baselga, para ver si puede ser verdad que alguien pierda esa cantidad de kilos en tan poco tiempo, considerándose además lo extrema y peligrosa que era la citada dieta.

«Resulta un poco difícil de creer (parece imposible) que una persona pueda perder 120 kilos en sólo 40 días a pesar de los tratamientos a los que dicen que le sometieron y el proceso de ayuno en el que estuvo. Lo miremos por dónde lo miremos, no es nada sano y muy poco creíble. Aunque es cierto que una persona de 240 kilos tiene un metabolismo basal mayor que el de una persona más delgada o esbelta y, por tanto, su gasto energético es mayor.», aseguró.

Al ser consultada si alguien podría aguantar tantos días sin comer, lo cual señalan los cronistas de la épica, la experta precisa que Sancho «al pesar 240 kilos, su metabolismo basal es muy alto y sus reservas son elevadas, por lo que sí es posible que aguantara 40 días, pero seguramente tendría muy pocas fuerzas».

Respecto a si es posible que alguien baje 120 kilos en ese lapso de tiempo, afirmó que «no es viable con una dieta equilibrada y sana, aún bajando la ingesta de esa persona a la mitad de lo que normalmente hace y a pesar de los paseos y los baños de calor. Más que nada, porque para los paseos estaría sin ningún tipo de fuerza».

«Lo primero de todo es que yo no lo llamaría dieta, porque lo que están sometiendo a esta persona es solo a un ayuno y a beber agua o infusiones, algo que ni siquiera se puede definir como dieta líquida. Además de eso, no es nada saludable, y muy difícil de creer, que la llevaran a cabo. Además, es difícil de creer que fuera capaz de levantarse de la cama sin ingerir ningún tipo de alimento. Casi imposible», remató.

 

 

 

 

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